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Cómo se hizo
Normalmente estos castillos grandes conllevan un proceso de planificación bastante complejo y prolongado. No fue el caso de Eulenburg, que como he dicho surgió de un experimento para crear una esquina curva con piezas de la Gran Almena.
Terminada la esquina, y encarrilados los dos edificios adyacentes (el de la entrada parecía inmenso antes de añadir los que vendrían después), me quedé sin ideas. El módulo diagonal sufrió cambios continuos, y de hecho en su versión final se completó desde el tejado. Las fotos siguientes ilustran los cambios en las torres y en el alzado de su planta, con la escalera de comunicación entre los balcones interior y exterior que casi no se distingue en cuando se termina el edificio.
Encajar ese módulo diagonal con el siguiente requirió bastante ajuste a partir de torres redondas, lo que no fue fácil. Desgraciadamente no tengo fotos de esa fase.
Cuando abordé la fase final ya andaba corto de ladrillos, así que tuve que hacer varios intentos con el último edificio antes de encontrarle una forma definitiva que me satisficiera. Se advierte que vuelvo a usar con profusión torres redondas (ahorran ladrillos de 2x1). Una de ellas, que luego no levanté hasta arrriba por problemas con el encaje, quedó atrapada en el interior del propio edificio bajo el tejado rojo de la foto de abajo, justo detrás del arco de 8 puntos.
La escalera que desciende desde la poterna estaba hecha originalmente a base de ladrillos de 2x1 también, pero acabé sustituyéndolos por dos escaleras prefabricadas de un alcázar.
En la última foto se ve la forma provisional del edificio con tejado gris, antes de añadirle los contrafuertes y elevarlo a su altura definitiva.
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