Descripción


Un intento fallido de lograr una estructura vertical convincente con las piezas del G.A. XII. Posiblemente el error principal haya sido intentar usar los puentes largos de 12 junto con la puerta grande, que exigieron una altura mínima hasta la primera plataforma y a la vez un perímetro mínimo. Para compensarlo, le quité profundidad, con lo que me quedó un modelo francamente vertical, pero tan estrecho que parece a punto de caerse.


















Puesto que no hay casi lugar para las almenas, me sobraron muchísimos cubos, placas y cubos biselados... Y a cambio, me faltaron cornisas por todas partes, que habrían hecho la construcción más atractiva. La torre más alta llega a la hilada 39.
































El barón Aela nunca fue un buen soldado. Ni estratega. Ni arquitecto.


Contra la opinión de sus consejeros decretó que su castillo sería el más alto del reino, más alto incluso que la vertiginosa aguja del castillo de Flarabol, donde residía el rey. Así comenzó la construcción de su fortaleza, durante la cual ochenta maestros canteros perdieron la vida.


No fueron aquellas las últimas muertes que costó el malhadado castillo: apenas un año después de su finalización se vino abajo con Aela y todos sus vasallos, que perecieron al instante. Hoy todo lo que se puede ver en el lugar es la ocasional bandada de cuervos volando sobre un montón de piedras que apenas levanta diez palmos.